Un pozo negro debe desagotarse cuando alcanza su capacidad máxima de almacenamiento de aguas residuales y sólidos, lo que puede generar malos olores y problemas de salud pública si no se trata adecuadamente.

La frecuencia con la que se debe desagotar un pozo negro depende de varios factores, como la cantidad de personas que lo utilizan, el tamaño del pozo, la cantidad de agua que se utiliza en la propiedad y la cantidad de sólidos que se eliminan. Por lo general, se recomienda que un pozo negro se desagote cada 1 a 3 años para evitar problemas.

Además, si nota que el pozo negro está llenándose más rápido de lo normal o si experimenta problemas con el sistema de eliminación de aguas residuales, es posible que deba desagotar el pozo antes de lo programado.