El Policarbonato potencializa la luminosidad natural e reduce gastos en iluminación.

Lo que antes era restringido a usos modestos, ahora brilla en proyectos audaces. Suave y resistente, es una buena opción cuando la transparencia y protección hacen falta.

El material es 250 veces más resistente al impacto que el vidrio del mismo espesor y más liviano (las chapas alveolares pesan menos de 10% que el vidrio). No se quiebra, es auto extinguible y económico; el policarbonato aparece hoy en propuestas elaboradas. Su mayor potencialidad está en el efecto luminoso. Las chapas dan la sensación de superficie sólida durante el día y revelan una sutil transparencia a la noche.

En Japón, la firma local Tato Arquitectos nos han enviado imágenes de una casa que han terminado, diseñada para una familia con dos hijos.

En la búsqueda de luz, encontraron un recurso valioso para cerrar los anexos en el techo de esta casa de 120 m² en una región montañosa y nublada: hojas dobles de policarbonato atornilladas a la estructura que además de potenciar la luminosidad natural y bajar o consumo de electricidad, ayudó a reducir el presupuesto del proyecto.

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