La construcción, la arquitectura, la industria, o el hogar son campos donde las placas de policarbonato encuentran un enorme abanico de posibilidades para su uso y aplicación aprovechando sus potenciales características, que han hecho a este material cobrar ventaja sobre el propio vidrio o el acero inoxidable.

Tienen la capacidad de hacer un edificio más luminoso, una oficina más cálida, una planta de producción más segura, una silla de diseño innovador, una cabina telefónica resistente o una mampara indestructible. Eso y mucho más.

Su buena transmisión de luz, su gran dureza, su aislamiento térmico y su adaptación a cualquier superficie, desde la madera hasta el aluminio, hacen de las placas de policarbonato unos materiales idóneos para la arquitectura y la construcción por su resistencia a la intemperie y al envejecimiento.

Se utilizan para remplazar los cristales de ventanas, además de poder techar cubiertas de edificios, plantas industriales, casas, oficinas, comercios, terrazas, almacenes, invernaderos o piscinas ahora también se utiliza para sustituir los tabiques de ladrillo por su mejor aprovechamiento de la luz.

Al ser materiales moldeables, ligeros e irrompibles, sin que se rajen o deformen por el calor o el frío, las placas de policarbonato se usan en casi todos los sectores industriales.